En 1820 el arquitecto británico Tredgold presidente de la Institution of Civil Engineers probablemente el primero que hizo un intento la llamó «el arte de dirigir las grandes fuerzas de la naturaleza y usarlas para beneficio del hombre. Para esa época la definición era apropiada pues no se había consolidado aún el papel de la ciencia y la tecnología en el quehacer ingenieril. Todavía un siglo después los ingenieros civiles definían su profesión como «el arte de la aplicación práctica del conocimiento científico y empírico al diseño y producción o realización de varios tipos de proyectos constructivos, máquinas y materiales de uso o valor para el hombre»
De una manera más general, en la actualidad se proponen nuevas definiciones, cada vez más largas y complejas. Un ejemplo es la definición adoptada por el Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería de México: «La ingeniería se considera como una profesión que mediante el conocimiento y aplicación de las matemáticas y las ciencias naturales, integradas en el estudio, la experiencia y la práctica, desarrolla un conjunto de métodos que utilizan y transforman los materiales y fuerzas de la naturaleza con economía y respeto al ambiente, en beneficio del ser humano»